El ascenso de Thatcher y de Reagan al poder y el cambio de política del FMI
era el triunfo relativo de Hayek-Friedman y la derrota también relativa de
Keynes . La primera orientación iba a dominar pero la segunda no iba a
desaparecer.
Era un cambio de prioridades, la lucha era contra la inflación
y no
contra la crisis y el desempleo.
Parecía alarmante y contradictoria la política restrictiva, de reducción del Estado y la deuda pública, cuando se entraba a una recesión.
Era increíble e inútil que en el siglo XX se usara una política basada en teorías monetaristas del siglo XVI ;
la teoría era vista como inviable, como falsa, como simple, como impuesta; también era perversa, era inflacionaria, era recesiva, era fascista, era irreal, era antisindical, era neoclásica, era antikeynesiana,
era “incapaz de entender y explicar los problemas de las economías capitalistas contemporáneas y de elaborar una política que asegure tanto el crecimiento del ingreso y el de la ocupación, como la estabilidad de precios y la del tipo de cambio” .
Era un ataque de los perdedores e incomprensión acerca de la contrarrevolución monetarista en marcha.
-el crecimiento del ingreso y el de la ocupación , parece definido como bueno el objetivo. Que hacen los Gobiernos para obtener este buen resultado?. Ya tardan.
-la estabilidad de precios y la del tipo de cambio” , es imperativo conseguir que los ahorros esten justificados ( ha de valer la pena , estabilidad de precios , de intereses, frenar la inflacion) y no estimular el consumo innecesario. Los gastos sociales son mas interesantes a largo plazo: sanidad, educacion , atencion a los debiles
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